Entrevista a Gerard Guiu, abogado y periodista: «Es el momento de que los abogados comuniquen como no abogados»

0

Gerard Guiu es abogado y periodista colegiado, Master en Derecho internacional por ESADE -Universitat Ramón Llull- y Master en Periodismo por la Universidad de Barcelona y Columbia University. También ha cursado estudios en la Facultad de Derecho de Tulane University en New Orleans, Louisiana, y en la Universidad de Westminster de Londres, sobre Relaciones Internacionales.

En su trayectoria profesional destaca su cargo como director de Desarrollo Internacional de LLYC en Nueva York. Director de Relaciones Institucionales de la oficina del F.C. Barcelona en Nueva York, puesto al que llegó tras ejercer de Jefe de gabinete de Presidencia y Junta Directiva, para luego convertirse en director de proyectos del área Social del F.C. Barcelona.

Con anterioridad desempeñó varios cargos de responsabilidad en la Administración de Cataluña, como Jefe de gabinete de la Consejera de Sanidad en la Generalitat, Director del Patronato de Promoción Económica de la Diputación de Lleida y Jefe del Gabinete de la Alcaldía en el Ayuntamiento de Lleida.  Inició su carrera en la Universidad Ramón Llull, donde fue responsable de Relaciones Externas y Comunicación.

Gerard desempeña su actividad académica en ESADE Law School y ha participado en numerosos cursos y actos académicos como profesor de Oratoria. 

Le damos la bienvenida a The Technolawgist donde se incorpora a su Consejo Asesor.

Como profesor y experto en Oratoria: ¿qué te sugiere la metodología Legal Design?

Lejos de lo que algunos piensan el denominado Legal Design (Design Thinking) es una manera de concebir la comunicación en el sector legal con una visión novedosa y sobre todo, necesaria. En un inicio parecía una tendencia, pero se ha comprobado que es una iniciativa que pone de manifiesto un problema: los abogados no comunican de manera clara, ni hablando ni escribiendo.  La precisión jurídica necesaria de la oratoria en los tribunales y la puesta en escena que comporta, nada tiene que ver con el lenguaje que el abogado debería utilizar con su cliente.

El cliente necesita entender a su abogado y necesita entender las cláusulas de un contrato de innumerables páginas. El Legal Design permite utilizar el diseño para eso. Una máxima en la oratoria es la de: “Pensar de manera compleja y comunicar de manera sencilla”. Lo importante es comunicarnos con nuestro cliente. 

Pero para eso: ¿no estarían los abogados?

Los abogados se comunican entre ellos defendiendo sus posturas jurídicamente. Ellos se entienden, pero al cliente hay que explicarle que significa todo ese relato jurídico. 

Iniciativas como los contratos para influencers utilizando Legal Design me parecen de lo más innovadoras. De repente a alguien se le ocurre que su cliente joven e inmerso en un mundo audiovisual, en el que la imagen y el diseño ocupan un lugar prioritario, necesita que las cláusulas del contrato que firma sean igualmente visuales a través de imagen y lenguaje de fácil asimilación. Es el caso de Legaltechies en España, pero cada día tenemos más iniciativas de este tipo en el panorama internacional.

Una visión innovadora y creativa de la prestación de servicios legales es la que acomoda las exigencias legales para la validez del contrato con una forma diseñada de manera creativa para hacerlo fácil y cómodo al cliente. 

Creatividad y abogados ¿es un difícil binomio?

Sin lugar a dudas, tradicionalmente el sector legal no se ha caracterizado por su creatividad y los grandes avances en innovación no proceden de este sector. Pero parece que estamos viviendo un cambio de modelo, entramos en una nueva fase en la que los abogados se preocupan por adaptar la forma en que prestan sus servicios a una nueva manera de comunicar y una nueva manera de operar.

En el concepto de Legal Design también entraría la comunicación interna de la firma legal. Hoy más que nunca, con la proliferación del trabajo en remoto, la comunicación empática es esencial. El abogado tiene que preocuparse por empatizar a través de la pantalla. Empezamos a ver como se construye la doctrina de la comunicación virtual referida a reuniones de equipos. Hay que trabajar sobre ello y encontrar la mejor manera de comunicar online y construir un decálogo de buenas prácticas para conseguir una mayor eficiencia y motivación. El Design Thinking puede ayudar mucho a lograrlo.

 ¿Imaginas un futuro no lejano con abogados preocupados por el diseño y la comunicación empática?

Puedo imaginarlo.

Mi experiencia americana me lo ha demostrado. Existe una generación de jóvenes abogados concienciados de que su trabajo tiene que ser más creativo porque sus clientes lo demandan. La forma de comunicar ha evolucionado de manera radical: redes sociales y canales de Youtube.

No es incompatible la rigurosidad jurídica con una comunicación creativa. 

El sector legal no va a ser una excepción, no puede quedar anclado en el pasado. Es verdad que sí creo como licenciado en derecho y en periodismo, que hay que conocer el sector para entender al abogado y la particularidad de la prestación de servicios legales. Estamos hablando de un entorno muy solemne, cargado de formalismos tradicionales, pero tiene que adaptarse progresivamente a las nuevas exigencias del mercado en el que proliferan, cada vez más, las startups lideradas por fundadores muy creativos. Además, es importante para atraer y retener talento joven en la firma. 

Por ejemplo, conozco pocos despachos de abogados con una cuenta de Instagram que aporte valor y ayude a crear una imagen innovadora. 

Todavía recuerdo el día en que propusimos abrir una cuenta de Instagram en el Futbol Club Barcelona cuando ningún club del mundo lo tenía. Las caras de sorpresa de la Junta Directiva y los miedos en devaluar una marca tan potente a nivel internacional fueron los protagonistas. Gracias a esa decisión, hoy el Barça es el primer club del mundo con mayor numero de seguidores siendo un activo para ofrecer a los patrocinadores. 

Por tanto, la metodología Design Thinking: ¿es cada día más importante en el sector legal?

Yo creo que sí.  Hay margen de mejora en la imagen de los despachos de abogados. No es un gasto, es una inversión que dará sus frutos a medio y largo plazo. 

Y cuanto antes se empiece a incorporar la metodología Design Thinking en la cultura corporativa del bufete de abogados más competitivo a nivel nacional e internacional será. 


Suscríbete a nuestro newsletter aquí.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here