Entrevista a Antonio Rodríguez, Fundador y CEO de Efficient Happiness: “La nueva realidad digital hace tambalear unos valores y creencias que llevábamos por bandera pero que no son fuertes”

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Antonio Rodríguez es fundador y CEO de Efficient Happiness. Tras obtener la Licenciatura y Master en Derecho por ESADE, trabajar como abogado durante casi una década en bufetes de primer nivel y haber estado involucrado en distintos proyectos empresariales, decidió dejarlo todo para poner solución a lo que entendía como un problema social, la falta de felicidad en el trabajo y la ineficiencia que implica para las empresas. 

Ello le llevó a fundar Efficient Happiness, compañía pionera a nivel mundial cuya misión es conseguir crear, de verdad, los mejores lugares para trabajar, cuidando a lo más importante, las personas, y, en consecuencia, mejorando la sociedad. Desde Efficient Happiness auditan e incrementan la felicidad en las organizaciones para dotarlas de una mayor rentabilidad, solidez y durabilidad en el mercado a través de distintos servicios cuyo objetivo es alcanzar lo que denominan estado de Felicidad Eficiente. Entre sus clientes están Pfizer, distribuidores de Orange, Telefónica, partners de BMW, cadenas hoteleras o PYMES.

Además, Antonio es conferenciante, cofundador de la asociación docente Moving Minds, cofundador y presentador del programa online Café con Valores, miembro de DIRFEL (Asociación Mundial de Directores de la Felicidad) y profesor de Derecho, comunicación, liderazgo, emprendimiento y felicidad en el trabajo.

The Technolawgist ha hablado con Antonio sobre este novedoso proyecto.

Háblanos de Efficient Happiness y la nueva herramienta que habéis diseñado para medir el bienestar emocional en los entornos laborales.

Primero te diré que me impactó saber que el 85% de las personas a nivel mundial no son felices en el trabajo. El problema es demasiado serio a todos los niveles. 

Por ello, nuestro objetivo es que las organizaciones alcancen lo que llamamos el estado de Felicidad Eficiente, es decir conseguir alinear a las personas con el negocio para obtener su mejor versión, convirtiéndolas en el mejor lugar para trabajar. Para ello, contamos con distintos servicios y con un instrumento propio que nos sirve como métrica de todo lo que nos influye a nivel humano, el Índice de Felicidad Eficiente.

Se trata de un indicador que todas las empresas y profesionales, con independencia de su sector, poseen, en donde analizamos distintas dimensiones, como compromiso, liderazgo, cultura, proyección profesional, procesos, propósito, reconocimiento o cansancio emocional.  De esta manera conocemos la temperatura humana de la organización y la distancia respecto al estado de Felicidad Eficiente. No olvidemos que las empresas son personas, sin las que el negocio deja de funcionar como debiera.

Conocer la temperatura humana de la organización. ¿Cómo funciona?

Además del análisis que he explicado, la grandeza del Índice de Felicidad Eficiente está en que se complementa de otros instrumentos con los que priorizamos al detalle los puntos concretos por los que empezar a generar el cambio, como las matrices de impacto o de efectividad, lo que nos permite diseñar el plan estratégico y ejecutarlo ordenadamente.

Siempre decimos que para afirmar que una empresa se encuentra en el estado de Felicidad Eficiente, el índice debe ser de al menos de 90 sobre 100 ya que así aseguramos que todas las dimensiones se encuentran en su umbral alto y que la alineación es real.

Por último, nos gusta decir que el Índice de Felicidad Eficiente es la métrica más importante del negocio, ya que de como estén sus personas respecto a su organización dependerán sus ventas (nadie vende bien algo en lo que no cree), su nivel de productividad (trabajamos más y mejor cuando estamos a gusto), su nivel de compromiso y rotación (daremos más y no nos marcharemos de aquel lugar en el que siento que sumo) y todas las otras métricas en las que pensemos.

¿Existe alguna propuesta similar a Efficient Happiness en el ámbito internacional?

Que conozcamos, no. Afortunadamente existen empresas que profesionalmente están ayudando a otras en temas de bienestar corporativo, pero, y siendo completamente franco, ninguna como Efficient Happiness. 

Hay que entender que la felicidad en el trabajo no son team buildings, futbolines o encuestas de clima, es un tema muy serio para nosotros y le hemos dado una vuelta de tuerca con el concepto de Felicidad Eficiente. No conocemos a nadie que se arremangue, dé voz de verdad a todos y que, tras diagnosticar una compañía, construya soluciones reales y concretas que ayuden al cambio que buscamos, con enfoque en el negocio y siempre contando con las personas, ya que son ellas las que conocen su día a día profesional mejor que nadie. 

De hecho, cuando fundé Efficient Happinesss tenía claro que no quería que fuésemos una empresa que simplemente recogiera datos. Los datos son necesarios pero lo que verdaderamente importa es el cambio y el espíritu crítico para aplicarlo.

¿Y tenéis intención de expandiros internacionalmente?

¡Por supuesto! Hemos tenido clientes en Portugal y participado en foros de Argentina, Miami o Colombia.

Además, acabamos de empezar nuestro desembarco en Estados Unidos y Canadá. Nos iniciamos de la mano de dos maravillosos profesionales, una es Veronica Lawrence, que fue asesora y experta en materia de diversidad, igualdad e inclusión para el Departamento de Defensa estadounidense y el Pentágono, y el otro es Ron DiFrancesco, experto en resiliencia y último superviviente de los atentados del 11-S de las Torres Gemelas de Nueva York.

También tenemos intención de expandirnos por toda Latinoamérica. De momento, hemos empezado con la distribución de nuestra nueva herramienta de conocimiento, el Curso de Felicidad Eficiente. 

Con él, extendemos nuestro propósito sin la necesidad de estar “in situ”, pues se trata de una formación única en el mundo, 100% online, dirigida a cualquier profesional.

Además, somos partners de la Happiness Studies Academy del Dr. Tal Ben-Shahar, gurú de la felicidad y profesor de la asignatura más famosa de la historia de Harvard, psicología positiva o “ciencia de la felicidad”, con quien, por cierto, cerramos el último capítulo de nuestro curso online.

¿Tiene margen de mejora el sector legal en este tema?

¡Tiene muchísimo margen de mejora!

Es un sector al que tengo especial cariño, ya que llevo vinculado a él desde hace muchos años.

Puedo afirmar abiertamente que existe un problema de raíz en el mundo de los despachos. Continuamente recibo muchas llamadas o mensajes de compañeros de profesión que me preguntan cómo hice para dar un cambio a mi vida profesional, qué pueden hacer para estar felices en sus trabajos o, simplemente, porque necesitan desahogarse con alguien. Son temas que comprendo bien porque también los viví cuando trabajé de abogado en bufetes de tamaño importante.

Lo bueno es que en el sector legal está todo por hacer. Todo pasa por una transformación cultural que sitúe al ser humano en el centro de la organización, con verdaderos líderes que lo capitaneen y que cuenten con los instrumentos y conocimientos para ello. ¿Quién va a querer captar clientes si no sentimos la firma en la que trabajamos?

La primera firma que apueste abiertamente por la Felicidad Eficiente, se posicionará en el mercado con un valor añadido enorme. Pensemos que los índices de rotación, con sus costes, son elevadísimos, y, si lo que vendemos a nuestros clientes son nuestros mejores abogados, necesitamos tenerlos remando en la misma dirección.

Una de las medidas para aumentar el bienestar laboral es la incorporación de herramientas digitales que ayudan a aumentar la eficiencia y ahorro de tiempo: Legal Tech al servicio del usuario y mayor productividad. ¿Qué nos puedes decir de ello?

Toda herramienta que nos ayude a mejorar la eficiencia es más que bienvenida. Recuerdo haber impartido una conferencia sobre la aplicación del Blockchain a los contratos hace 5 años y fue una revolución. Hablamos de temas que luego se han materializado a nivel de trazabilidad, renting, etc. Me encanta que haya propuestas tecnológicas en el sector jurídico que agilicen los procesos porque hacen que trabajemos mejor, que nuestra satisfacción y compromiso suban, y que las frustraciones, que evolucionan en estrés, provocadas por la ineficiencia, desciendan.

No obstante, es importante recordar lo siguiente:  la tecnología está al servicio de las personas y no al revés. El estado de la técnica evoluciona, pero los pilares sobre los que cualquier compañía debe sustentarse son los valores que emanan de las personas que la forman. Cuando se habla de “revolución cultural” o “liderazgo digital” en una organización siento que no se entienden bien los conceptos de cultura o líder. 

¿Por qué afirmas que liderazgo digital o cultura digital no se entienden bien?

Porque el líder digital no es más que aquel guía que sirve a su equipo en la travesía del cambio digital. Es más, un gran líder no hace falta que sea el experto en tecnología de su equipo. Un gran líder se preocupará por rodearse de gente mejor que él para que iluminen el camino a seguir. Ya lo dijo John Quincy Adams, sexto presidente de los Estados Unidos: “Si tus actos inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser más, eres un líder”. 

Si nos cuestionamos que hemos de cambiar la cultura porque la era digital nos lo pide, probablemente sea porque la nueva realidad hace tambalear unos valores y creencias que llevábamos por bandera pero que no son fuertes. Y esa fragilidad sale a la luz porque la digitalización, que implica evolución, la pone en evidencia.

¿Por qué las empresas y organizaciones deberían apostar por la Felicidad Eficiente?

¡Porque es cuestión de supervivencia empresarial a largo plazo! 

De entrada, cuando estamos bien en cualquier ámbito de nuestra vida, ofrecemos nuestra mejor versión, pero cuando estamos mal, no podemos brillar ni dar lo mejor de nosotros. Lo mismo sucede en ámbito profesional. Y no hablamos de estar bien siempre, es imposible como humanos, sino de un balance positivo respecto al lugar en el que trabajo. 

Porque sabemos exactamente cómo conseguir que una organización sea felizmente eficiente y que sus personas estén alineadas con el negocio para que den su mejor versión profesional. Nuestra metodología es la clave: escuchamos, entendemos el negocio y a sus personas, construimos conjuntamente los cambios perfectamente priorizados y acompañamos en su consolidación.

Acabaré compartiendo que el estudio más longevo sobre felicidad, hecho por Harvard y que sigue en marcha, concluye que lo que verdaderamente nos hace felices son las personas. O las cuidamos, o no podremos vivir plenamente en este juego llamado vida. Recordemos que el motor de cualquier organización son los seres humanos y, de cómo estén, dependerá que podamos ganar más dinero, que podamos dejar un buen legado y que podamos mejorar este mundo. ¡La gran noticia es que este viaje de mejora no tiene fin!


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